Pero ¿que hacemos cuando la otra parte no hace nada?, una cosa está clara, en esas circunstancias no tenemos nada ante lo podamos reaccionar. ¿Significa eso que no debemos hacer nada? Afirmar eso significaría que nosotros no estamos dispuestos a llevar la iniciativa lo cual es un absurdo. Si nosotros no tomamos un papel pro-activo en la defensa de nuestros intereses ¿Quien lo hará? Y si esperas que sea la otra parte negociadora, entonces tienes un serio problema. Cuando “no hay nada que hacer” (nada contra lo que reaccionar), debemos aprovechar esa circunstancia para seguir buscando nuestro objetivo. Para tomar posiciones que aumenten nuestro poder de negociación, y para conseguir todo eso debemos tener un plan. Precisamente ese plan es lo que llamamos una estrategia. Nuestro plan (o estrategia) es el que nos va ha mostrar la ruta que hemos de recorrer para ir desde donde estamos ahora, hasta nuestro objetivo.
Resumiendo, la estrategia es la ruta que debemos recorrer, para dirigirnos a la meta visualizada. No es necesario que la otra parte haga nada para que nosotros trabajemos guiados por nuestra estrategia.
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